Luego de 4 días de investigar quién o quiénes eran los sujetos que le quitaron la vida alpequeño Mau de 6 años en Jilotepec, los rumores se confirmaron; fue el padre del pequeño quien, al pareccer, a golpes le arrebató la vida. Luego inventó una historia de secuestro y homicidio para no responder ante la justicia.
“Se me pasó la mano”; ciruló en redes sociales la declaración del padre, a quien por cierto le llaman “El Loco” por su violento carácter.
Fue el 9 de septiembre cuando localizaron el cuerpecito del niño al rededor de las 9 de la noche. El padre dijo que cerca de la una de la tarde, cuando desapareció junto con su hijo a bordo del auto familiar, los habían secuestrado en el camino de Llano Grande a Aldama; lo sospechoso fue que lo soltaran a él y se llevaran al niño los presuntos secuestradores.
Las mentiras rara la vez se pueden sostener; el padre terminó confesando que trataba de corregir a Mau “porque daba mucha lata” pero se le pasó la mano.
Las mentiras rara la vez se pueden sostener; el padre terminó confesando que trataba de corregir a Mau “porque daba mucha lata” pero se le pasó la mano.
Al percatarse que el pequeño estaba muerto y en un desesperado intento por evadir la acción de la justicia, dijo a la policía que su hijo había sido asesinado por dos individuos a quienes les había dado un aventón, mismos que una vez que cuando subieron a la unidad lo arrojaron del auto.
Dijo que al momento de caer, se golpeó la cabeza y quedó inconsiente y cuando reaccionó y corrió a su auto color rojo, y entonces descubrió que su pequeño estaba debajo del auto sin vida, por lo que pidió el auxilio de la policía.
Posteriormente, cuando elementos de la policía municipal llegaron al lugar, ubicado en la comunidad Villa de Canalejas, confirmaron que el menor ya estaba muerto, por lo que acordonaron toda la zona y pidieron la intervención del Ministerio Público para que diera fe de los hechos
Sin embargo el mal padre no pudo sostener su mentira ante el intenso interrogatorio del agente del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. y cayó en constantes contradicciones, además de suevidente nerviosismo, por lo que, al final, terminó confesando su atroz crimen.
“Se me pasó la mano, venía manejando y mi hijo no dejaba de dar lata, me enfureci y para calmarlo le di varios golpes, pero se me pasó la mano y sin querer lo maté”, dijo a la policía.
Ese hombre quedó detenido de inmediato por el infanticidio de su propio hijo y con ello terminó la historia de los secuestradores y homicidas de niños en Jilotepec.
Información Comunicación XXI
