En un desarrollo que ha capturado la atención de la comunidad científica internacional, un nuevo virus denominado HKU5-CoV-2, identificado en febrero de 2025 en China, ha sido señalado como una potencial amenaza pandémica. Este coronavirus, derivado de murciélagos, ha levantado alarmas debido a su capacidad para interactuar con células humanas y su proximidad genética con virus altamente peligrosos como el MERS.
El HKU5-CoV-2 fue detectado inicialmente en murciélagos de la especie Pipistrellus abramus, una especie común en China. Este virus pertenece a la subespecie de merbecovirus, un grupo que incluye al virus responsable del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), conocido por su alta tasa de letalidad, estimada en un 34%. Aunque su primera documentación ocurrió en 2005 en murciélagos japoneses, las muestras actuales fueron recolectadas de regiones del sur y este de China, como Guangdong, Fujian, Zhejiang, Anhui y Guangxi, lo que sugiere una amplia distribución geográfica.
El virus fue identificado por investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, un centro que ha estado en el centro de controversias debido a teorías sobre el origen del SARS-CoV-2. Los estudios iniciales, publicados en Nature Communications, revelaron que el HKU5-CoV-2 tiene una capacidad notable para infectar una amplia gama de animales, lo que aumenta el riesgo de zoonosis, es decir, la transmisión de animales a humanos.